sábado, 2 de diciembre de 2006

me gusta tu cara

No me importa que la señora que está delante se esté enrollando aprovechando la atención que le tienes que dar por estar detrás de un mostrador.
Me gusta tu cara y no tengo prisa, me infundes serenidad, me encantan tus ojos verdes, o miel. Me encanta tu naturalidad, no te escondes detrás de artificios, con tus defectos y virtudes.
Cuando me llega mi turno soy breve, pero te miro con complicidad disimulada y con simpatía, sin descaro.
Me gusta tu cara. Cuando estoy cómodo no tengo prisa.
Me gusta tu cara, pero mañana te habré olvidado.

12 comentarios:

treiral_ dijo...

Y fijo que usaba lentillas, me ha pasado xD

Herel dijo...

Eh, no entiendo lo de las lentillas.

javier dijo...

Esos amores de supermercado, de paradas del autobús, o mientras esperas a que se abra el semáforo
Esas personas con las que te cruzas durante un instante pero que basta para cautivarte

Herel dijo...

Para fantasear un poco nada más. A mí por lo menos, si no me atacan no me cautivan.

Por cierto, te queda muy bien el cambio del look en el avatar, y el primer plano y el encuadre. El anterior daba la impresión de alejamiento.

aiyana dijo...

Es verdad eso solo pasa en las peliculas o en las novelas... ;)

Quiero ser como tú dijo...

¿porqué no le dejas tú una nota? Haz que estas cosas te pasen a ti, hombre... que es muy bonito.

Herel dijo...

Tienes razón, quizá debería ser más explícito y dejarle una nota tal que: "Dájame una nota".

javier dijo...

Jajajajajajajaja

Muy buena esa.

cristóbal dijo...

no sólo en las películas, me ha pasado a mi. una vez fue un chico mesero en un restaurante; la otra un bibliotecario en la uni. el chico mesero fue una gran aventurita; al bibliotecario ni lo llame.

y estoy de acuerdo: porque tu no le pasaste la nota? no tienes nada que perder. tenlo en mente para el futuro.

Otratazadecafe dijo...

Bueno, supongo que si tú tuvieras que dejarle una nota se perdería el factor sorpresa y el encanto puesto que el que se lleva la bolsa de ahí eres tú y ella se quedaría con la nota en la mano delante de los clientes... y de ti

Eulalia dijo...

Me gusta enamorarme durante cinco minutos, o una hora, o quizá veinticuatro.
De esa manera me enamoro con mucha frecuencia.
Es estupendo y compatible con otro tipo de amor.
Y es que hay gente por ahí absolutamente adorable pero, si fuera por ahí dejando notitas, no tendría tiempo para otra cosa.
Ahora que me doy cuenta: sí que dejo notas: en los blogs. :-DDD
Un beso.

Herel dijo...

El caso es que no me gusta que me rechacen, así que no me expongo a ello.
En este caso, pienso que una persona que trabaja de cara al público tendrá muchos "avistamientos" y muchos atrevimientos, por lo que, como en cualquier campo donde sabes que otros han trillado antes, lo que yo haga se puede valorar ridículamente, como "otro más". De ahí mi prudencia y mi distancia, porque ese papel no lo quiero para mí en ninguna película.